Primero un poco de historia:
El color índigo o añil se remonta hace 6.000 años en Perú, 1.500 años antes de que lo utilizaran los egipcios y luego los chinos. Esto fue descubierto por arqueólogos que encontraron telas que confirman el uso de índigo.
Es uno de los tintes más antiguos usados en tintura textil y en imprenta.
En el antiguo Egipto, solamente un barco tenía una vela de color púrpura. Pertenecía al Faraón y era una visible y poderosa indicación de que pasaba el barco de la familia real.
Incluso hoy, azul oscuro, púrpura y carmesí son tradicionalmente asociados a la realeza, el lujo y la riqueza.
Eso es debido a que son colores muy difíciles y caros de obtener utilizando tintes naturales.
De dónde se extrae el índigo?
La indigofera Tinctorea es la especie más destacada y utilizada a nivel mundial para extraer el índigo.
Es un arbusto de hojas verdes, con flores con pintitas rosas y violetas. Y se encuentra en países como China, India, Indonesia y Taiwán.
Algunas particularidades del índigo
El índigo es el único tinte natural que no tiñe sino que pinta la fibra y actúa mediante un proceso que se llama Redox.
Redox es una reacción química de Reducción y Oxidación.
La reducción ocurre cuando se extrae el oxígeno del baño de tinte y nos damos cuenta de éste proceso cuando el baño se pone de un color verde.
La oxidación sucede cuando sumergimos en el baño tintóreo la fibra o la tela a teñir y luego la sacamos y al tomar contacto con el aire se produce la oxigenación. este proceso se da en la fibra.
Al sacarla del baño sale de un color verde y al tomar contacto con el aire se oxida y comienza a virar al azul, adhiriendose y pintando la fibra.
Por qué lo amamos o lo odiamos?
El azul que logramos con el índigo es bellísimo pero al pintar la fibra y no teñirla, como antes mencionaba, siempre quedan restos del tinte en el hilado. Y por más que lo aclare varias veces va soltando muy de a poco el exceso.
Entonces al tejer con un hilado teñido con índigo, el tinte sumado al PH de la piel genera una reacción que nos van dejando las manos de color azul. Muchas veces ocurre con los jeans también!
No sucede con todas las pieles y además con los sucesivos lavados logramos quitar todo el excedente de tinte.
Por eso amamos su color pero a veces odiamos que nos manche los dedos.